El acoso laboral en el trabajo

El acoso laboral, o «mobbing», es una forma de violencia psicológica en el ámbito laboral que tiene como objetivo desestabilizar a la persona, afectar su bienestar y, en muchos casos, lograr su exclusión del entorno de trabajo. Este fenómeno puede tomar dos formas principales, según quién perpetre las conductas abusivas: el acoso laboral vertical y el acoso laboral horizontal. A continuación, exploramos ambos tipos de acoso y las alternativas que tiene el trabajador para proteger sus derechos.

1. ¿Qué es el acoso laboral vertical?

El acoso laboral vertical se produce cuando la persona que ejerce el acoso ocupa una posición jerárquica superior o inferior a la de la víctima. En la mayoría de los casos, suele tratarse de un superior jerárquico que utiliza su posición de poder para ejercer presión psicológica, ridiculizar, ignorar o discriminar a un trabajador subordinado. Este tipo de acoso puede manifestarse mediante:

  • Sobreexigencias laborales: Imponer cargas de trabajo desmedidas y fijar objetivos inalcanzables, generando una situación de estrés constante.
  • Desprestigio profesional: Descalificar o criticar abiertamente el trabajo del empleado, en reuniones o ante otros compañeros.
  • Aislamiento: Excluir a la persona de reuniones, decisiones importantes y cualquier tipo de comunicación relevante.

2. ¿Qué es el acoso laboral horizontal?

Por otro lado, el acoso laboral horizontal ocurre cuando el acoso proviene de compañeros de trabajo en el mismo nivel jerárquico que la víctima. En estos casos, el acoso puede tener diversas causas, desde envidias personales hasta conflictos de personalidad o competitividad. Entre los métodos comunes de acoso horizontal se encuentran:

  • Rumores y difamación: Difundir información falsa o dañina sobre el trabajador, buscando destruir su reputación dentro de la empresa.
  • Sabotaje de tareas: Obstaculizar el trabajo de la víctima de manera intencional para hacerle parecer incompetente o provocar errores.
  • Aislamiento social: Excluir al trabajador de la dinámica del grupo y restringir la comunicación, generando un ambiente hostil.

3. Derechos y opciones del trabajador acosado

El trabajador que se encuentra en una situación de acoso laboral tiene varias alternativas legales para defender sus derechos y obtener una protección efectiva. Algunas de las acciones principales que puede tomar incluyen:

1. Recolectar evidencia

Es fundamental que la persona afectada por acoso laboral documente todas las incidencias y episodios de acoso. Puede hacerlo mediante:

  • Registros escritos: Anotar fechas, lugares, y detalles específicos de cada incidente de acoso.
  • Correos electrónicos o mensajes: Guardar cualquier comunicación que evidencie conductas hostiles o abusivas.
  • Testigos: Identificar compañeros que hayan presenciado los incidentes y estén dispuestos a testificar.

2. Denuncia interna ante Recursos Humanos

La mayoría de las empresas cuentan con protocolos de actuación para casos de acoso laboral. El trabajador puede:

  • Presentar una queja formal ante el departamento de Recursos Humanos, detallando los hechos y aportando pruebas.
  • Exigir que se investigue el caso y se tomen las medidas correctivas necesarias, lo cual puede incluir la intervención de un mediador o sanciones contra el acosador.

3. Denuncia ante la Inspección de Trabajo

Si la empresa no toma medidas o el acoso persiste, el trabajador tiene la opción de:

  • Denunciar el caso ante la Inspección de Trabajo, entidad encargada de velar por el cumplimiento de las normas laborales.
  • La Inspección de Trabajo investigará la situación y, en caso de encontrar indicios de acoso, puede imponer sanciones a la empresa por no garantizar un ambiente laboral adecuado.

4. Acudir a la vía judicial

El trabajador también puede optar por presentar una demanda judicial en busca de protección y reparación por los daños sufridos. En este caso:

  • Juzgado de lo Social: Puede iniciar un procedimiento en el ámbito laboral para reclamar sus derechos y pedir indemnización por los daños y perjuicios derivados del acoso.
  • Juzgado de lo Penal: Si el acoso constituye un delito, el trabajador puede denunciar penalmente a los acosadores. Esta vía es aplicable cuando se identifican conductas como amenazas, coacciones o lesiones psicológicas graves.

5. Solicitar una baja laboral por riesgo psicosocial

En casos extremos, si el acoso laboral afecta gravemente la salud del trabajador, este puede solicitar una baja laboral:

  • Baja por enfermedad profesional: En el caso de que el trabajador sufra trastornos psicológicos graves derivados del acoso, como ansiedad o depresión, el médico puede prescribir una baja laboral.

Esta baja debe ser acompañada de informes médicos que respalden la afectación a la salud del trabajador y puede servir de evidencia en posibles procedimientos judiciales.

6. Obligación de las empresas y autónomos de implementar un protocolo de acoso laboral

La Ley de Igualdad y la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en España establecen que las empresas deben garantizar un entorno de trabajo seguro y libre de acoso laboral, lo que implica adoptar medidas de prevención y respuesta ante casos de acoso.

  • Obligatoriedad para todas las empresas y autónomos con trabajadores: En España, cualquier empresa o autónomo que tenga trabajadores a su cargo está obligado a contar con un protocolo de acoso laboral. Este protocolo debe incluir procedimientos claros para la denuncia, investigación y resolución de casos de acoso laboral, así como la protección de las partes involucradas.
  • Protocolos específicos: En ciertos sectores, como el sanitario, la educación o la administración pública, se exige la implementación de protocolos de acoso laboral más exhaustivos.

Conclusión

El acoso laboral, en cualquiera de sus formas, representa una vulneración de los derechos fundamentales del trabajador, quien tiene derecho a ser tratado con dignidad y respeto en su entorno laboral. La legislación laboral española brinda herramientas efectivas para que el trabajador acosado pueda proteger sus derechos y defenderse, ya sea a través de denuncias internas, reclamaciones ante la Inspección de Trabajo o procedimientos judiciales. Es importante que, en caso de enfrentar una situación de acoso, el trabajador actúe rápidamente para documentar los hechos y buscar el asesoramiento adecuado, asegurando así una defensa sólida de sus derechos y su bienestar.

 

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